El agua es un recurso cada vez más escaso, sobre todo el agua dulce para consumo humano. El agua está presente en cualquiera de sus estados en nuestro medio ambiente. En zonas donde no hay alguna fuente de agua dulce como son los ríos, lagunas o nevados, es difícil que las personas puedan establecerse.
Otro gran
aspecto es el crecimiento urbanístico desordenado. Muchos de los peruanos y
ciudadanos de otras partes del mundo, destruyen sus valles para convertirlas en
ciudades, yendo hacia el agua, y no haciendo que el agua venga hacia ellos.
Las
precipitaciones fluviales es otro factor importante. Casi estamos acostumbrados
a ver como cae el agua de lluvia y se filtra por el suelo, así como cuando el
agua de los ríos desemboca en el mar, sin conseguir aprovechamiento alguno. Y
si a esto añadimos la contaminación del agua de los ríos y la destrucción de
valles. El problema se vuelve mayor.
Por eso es
importante encontrar otras fuentes de abastecimiento de agua, con urgencia, y
capacitar a la población para este nuevo desafío. Combinar las técnicas actuales,
con la sabiduría de antaño, con el propósito de ser más eficientes en la captación
de agua.
En las
campañas electorales cuando se hablaba de “cosecha de agua”, la mayoría de peruanos
por ignorancia se reía, aunque el término sea un error semántico por parte de
los profesionales peruanos. La “cosecha de agua” consistía en el
aprovechamiento de aguas a partir de diversas fuentes de captación de origen
peruano como el atrapa nieblas del ingeniero Abel Cruz, que a pesar de este
invento, no posee las inversiones ni los créditos que se merece.
Podríamos
combinar la técnica del atrapa nieblas son los andenes peruanos, es decir tecnología
del antepasado fusionado con tecnología moderna, que nos permita reactivar la
agricultura en la sierra, sembrando productos como el camote, planta que permite
la conservación de suelo húmedo por un tiempo prolongado.
Los techos de
nuestras viviendas no están preparados para poder captar el agua de lluvias en
la costa peruana. Debemos pensar en una nueva reorganización urbanística que
permita desarrollar un circuito de agua a partir de las lluvias.
Si pensamos a
la naturaleza como una ecuación, podríamos entender que la naturaleza por si
sola tratara de encontrar su punto de equilibrio. Por ejemplo el incremento de
neblinas en estos últimos años se debe a que la naturaleza está buscando formar
nuevos valles, porque el hombre se está encargando en destruir los valles y
zonas agrícolas para convertirlas en ciudades, tal como sucede en las
localidades a la rivera del rio Mala.
Es importante
no solo buscar nuevas fuentes de abastecimiento de agua, sino reestructurar el
orden urbanístico, para crecer en armonía con la naturaleza, como lo hicieron
nuestros antepasados.
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