Capítulo I: De
retorno a la aldea de Zenn
Transcurridos ya los siete días desde
que la expedición había partido de la aldea de Zenn; unos guardias advirtieron
el retorno del grupo. Cuando llegaron a la aldea la expectativa era tal, que
casi toda la gente estaba reunida en torno a la casa de la familia de Seki.
Pero a la vista cada uno de los integrantes de aquella travesía, se veian
tristes, además de cansados. Cuando los padres de Seki salieron al encuentro
del grupo, Sefir se adelantó al resto, y tras dialogar brevemente con sus
padres, los enteró de que Seki había decidido quedarse en la aldea de Dann, a
sugerencia del consejo de ancianos sabios.
Después de aquel día, la madre de Seki
no era la misma, su pesar era entendible. La ausencia de un hijo, es para
cualquier madre, como una espina clavada en el corazón.
Zerik la reconfortó, diciéndole que no
se preocupe por Seki, que al igual que ella, él sentía lo mismo, pero que debía
ser fuerte. Y concluyó diciendo:
-
Mirah,
nuestro Seki nunca nos va a olvidar, ni nosotros tampoco. No sabemos cuál será
su destino. Pero lo que sí sé, es que de vez en cuando iremos a visitarlo.
Capítulo II: El
pupilo de Enor
Seki había pasado la noche
dentro del palacio de la sabiduría y el entendimiento, en un salón que estaba
dedicado como aposento de los jóvenes pupilos del palacio. Cuando la luz mayor
que gobierna los días, hizo su presencia, los jóvenes pupilos se levantaron de
sus literas y en absoluto silencio y orden, hicieron sus camas, vistieron sus
atuendos y procedieron a asearse en otro ambiente especial construido para tal
propósito. Todo era tan novedoso para Seki que solo hacia lo que los demás
pupilos hacían.
Una vez aseados el grupo de
pupilos se dirigieron hacia el salón comedor del palacio, Seki, cual oveja
seguía al rebaño, pues no estaba acostumbrado a ese tipo de vida. Era tímido y
los demás jóvenes parecían tan ocupados, conversaban entre ellos, y nadie
advertía de su presencia.
Cuando estaban sentados a
la mesa, tras dar gracias al Dador de vida. Rabah el sabio mayor, tomó la
palabra y dijo:
-
Amigos
míos, jóvenes pupilos. El día de hoy contamos con un nuevo pupilo, es el joven
Seki de la aldea de Zenn - Mientras extendía su mano en dirección a la mesa de
Seki, luego agregó – El joven Seki será el pupilo de Enor, quien desde ahora
instruirá a Seki en los conocimientos primarios que su posición requiere.
Ahora todos observaban a
Seki, y los comentarios iban de boca en boca. Aquel joven ya era bastante mayor
para iniciarse como pupilo. Pues los pupilos inician sus estudios cuando son
niños, porque son escogidos por sus habilidades. Por otro lado entre los
pupilos se sabía que Enor el anciano tenía mal genio y que Seki sería su pupilo.
Capítulo III:
Un nuevo amigo
Durante el desayuno, Seki pudo ver que
a la mesa le extendían manjares que él no conocía y que se veian muy
deliciosos. En su aldea comían frutos, raíces y hogazas hechas con harina, Pero
aquí una hogaza se llamaba pan, y era más voluminoso y suave, bebían leche y
acompañaban el pan untándolo con dulces y otros manjares que eran muy
agradables. Un joven pupilo, que estaba a su derecha, le dirigió la palabra.
-
Hola
me llamo Seii, de la aldea de Fein, soy pupilo de Marduk el maestro cocinero.
-
Hola
me llamo Seki – respondió con la boca llena, a pesar de que es de mala
costumbre hacerlo.
-
Después
del alimento del medio día, disponemos de un momento de distracción, si quieres
podemos ser amigos – Agregó el joven pupilo.
-
De
acuerdo Seii, seremos amigos – Y dicho esto alzo su taza de leche y la bebió
con tanto entusiasmo, de lo deliciosa que estaba.
Capitulo IV: Los artilugios.
Qué bien que se vive aquí,
pensaba Seki, pues el desayuno era muy delicioso, y a la vista maravillosa,
comparada a los alimentos que servían en la aldea de Zenn. ¿Por qué no enseñar
a preparar estos manjares a la gente de su aldea?¿qué más cosas descubriría? Mientras
Seki tenía los ojos distraídos por sus pensamientos, una voz interrumpió su
silencio.
-
Acompáñeme
joven Seki al salón de los artilugios.
-
Si
señor - respondió Seki, pero el anciano volvió
a decir.
-
Pero
antes, coge tu plato y tu taza y hay que devolverlos al servicio –
Evidentemente el anciano Enor tenía en sus manos un plato y una taza, como para
dar ejemplo al joven pupilo.
El salón de los artilugios
era enorme. Había otros maestros con sus pupilos, Seki seguía a Enor, mientras
este hablaba:
-Este es el salón de los
artilugios. Aquí encontrarás objetos como cristales y mecanismos que no son
claros a nuestro entendimiento. La verdad es que no conocemos la mayoría de
estas máquinas.
- Maestro aquí todo es
extraordinario- Interrumpió Seki, luego preguntó - pero, ¿cómo es posible que
no hayan encontrado utilidad en todas estas maravillas?
- El anciano detuvo el paso,
se dirigió hacia una mesa y cogió un pequeño aparato entre sus manos giró una
pequeña ruedilla, y para asombro de Seki brotó fuego, luego dijo,
- Este aparatillo, mi joven
aprendiz, produce fuego con la fricción de la ruedilla, pero la hace con una
sustancia líquida que tiene contenido, al agotarse la sustancia ya no podrá
generar más fuego.
- Entonces ¿Esa sustancia
es mágica? ¿Y cómo es posible, si se parece a la sustancia cristalina llamada
agua?
Seki no entendía como la
sustancia liquida podía convertirse en fuego si eran todo lo contrario. El
anciano maestro agregó.
-
Solo
sabemos que existen más sustancias líquidas aparte del agua. Se le dicen líquidos
porque no tienen forma, y son transparentes en su mayoría. Por el contrario los
objetos que tienen forma son llamados sólidos y no son transparentes.
-
Maestro
perdone, pero yo encontré un objeto sólido y transparente – dijo Seki.
-
¡Ah
joven tienes razón el objeto que encontraste es transparente y sólido no tiene
color! – Luego agregó- Ese objeto tiene una consistencia parecida a nuestros
cristales, pero es muy frágil, se puede romper.
El anciano
prosiguió su camino, explicando otros objetos, hasta llegar a un lugar que tenía
un mueble con unos objetos rectangulares, que tenían símbolos impresos.
-
Joven
aprendiz, aquí tiene ante usted los libros. Un libro es un material que
contiene conocimiento, Este conocimiento pertenece a los hombres y nadie ha
podido descifrarlos. Estamos a la espera de que algún día se revele el secreto
que guardan estos símbolos y podamos tener acceso al conocimiento de los
hombres.
Capítulo V: Descifradores.
Seki estaba observando los
libros, los ojeaba, mientras el maestro hablaba de las posibilidades de
descifrar los símbolos grabados en los libros. Seki sabía que los grabados se
llamaban escritura. Y sabía que la placa que tenía los grabados “ULT HOM”
formaba parte de dos palabras que decían “ULTIMO HOMBRE”. Volvió prestar
atención al anciano, quien seguía hablando.
-
Los
libros que tienes aquí son una copia. Estos libros han sido reproducidos
fielmente por los descifradores – dijo el anciano.
-
¿Quiénes
son los descifradores maestro? – Preguntó Seki.
-
Los
descifradores son un grupo de sabios y aprendices que tienen por misión
preservar y descifrar el significado de los símbolos que están grabados en los
libros.
-
¿Y
dónde están los descifradores? – Preguntó nuevamente.
-
Los
descifradores están en el salón biblioteca – Respondió el anciano.
-
¿Y
que han podido descubrir? – Volvió a preguntar.
-
No
mucho joven, solo sabemos el significado de un símbolo, la “E”, y curiosamente
mi nombre tiene este símbolo, así como su nombre. Lo malo es que hasta el
momento no hemos podido descifrar los símbolos que corresponden a mi nombre
completo.
Seki se quedó pensativo
después de las últimas palabras de su maestro. Esas palabras contenían una gran
revelación, ese símbolo también estuvo en los grabados de la placa.
Después de seguir el
recorrido se dirigieron al salón comedor donde les esperaba el almuerzo. Cada
uno se dirigió a sus respectivos lugares y Seii ya se encontraba en la mesa. Al
llegar a la mesa Seii tomó la palabra y dijo:
-
Te
presento a Tire, es el pupilo de Galef un maestro descifrador.
-
¿Eres
un descifrador? – Preguntó Seki.
-
Podría
decirse que sí, yo ayudo a reproducir los símbolos en otros libros – respondió
Tire, iba a proseguir cuando fueron interrumpidos por el inicio de las
oraciones.
Al culminar el almuerzo los
jóvenes se dirigieron al patio. Seii quien era el más entusiasmado de los tres,
sacó de una alforja tres panecillos y los repartió uno para cada uno,
diciéndoles esto:
-
Amigos,
tienen que probar estos panecillos son deliciosos.
Efectivamente, esos
panecillos eran deliciosos y suaves, se deshacían en la boca. Y eran lo mejor
que había probado. Seii podía ver con gusto como sus amigos degustaban los
panecillos con los ojos cerrados.
-
¡Que
delicia!- Dijo Tire.
-
Bueno
solo traje tres, pero les digo que estos panecillos los servirán en la cena, es
una creación de mi maestro. Es una delicia ¿verdad?
-
¡Sí!
Contestaron al unísono.
Capítulo
VI: Seguimiento.
En otro ambiente del
palacio Rabah el sabio mayor y Enor conversaban al paso que ambos iban
caminando por los pasillos del palacio, escoltados por Isaí.
- Y dígame maestro Enor,
¿El joven Seki se siente cómodo aquí? – Pregunto Rabah.
- Si maestro Rabah, es un
joven muy listo y observador en detalle – respondió Enor.
- Debemos brindarle toda
nuestra atención, a fin de que se encuentre en plena confianza, y pueda tener
las condiciones necesarias para que despliegue su talento – Agregó Rabah – Hay
que estar atentos a su interés, que preguntas realiza, que objetos observa, a
fin de conocer todo lo que sabe.
- Maestro – interrumpió
Isai, dirigiéndose a Enor – ¿Se ha fijado usted de algún interés en particular
del joven Seki?
- Ahora que me lo
preguntan, si he notado algo – dijo Enor, luego añadió – Cuando nos acercamos a
la biblioteca del salón de los artilugios, el joven Seki mostró más atención,
sobre los símbolos grabados en los libros.
-¿Sera posible que el joven
Seki conozca el significado de los símbolos? – volvió a preguntar Isai.
- ¡No nos precipitemos, ni
hagamos conclusiones! – Interrumpió Rabah, haciendo un ademán de calma con su
mano, luego prosiguió – Como les he venido diciendo, debemos darle las
condiciones necesarias para que el joven Seki despliegue su talento, sin
presiones. Es un anhelo nuestro descifrar los símbolos, a fin de acceder a los
conocimientos del hombre para hacer de este mundo un lugar mejor.
Luego el grupo se detuvo, y
Enor se despidió de ellos. Y ellos prosiguieron su camino.
Capítulo
VII: El reclutamiento de Tire
Después de disfrutar de los
panecillos, Seki le hizo preguntas acerca de las actividades que realizan los
descifradores. Tire le contó de como reproducen los libros, que utilizan unas láminas
muy finas llamadas papel y que los pobladores de Feinn conocen el secreto de
las cortezas, que los tintes provienen de la aldea de Zenn y de cómo
seleccionan y reclutan a los pupilos descifradores. Llegando a este punto Seii
dijo:
-
Tire,
cuéntale como te reclutaron a ti.
-
Escuchen
a mí me reclutaron cuando era aún pequeño. No recuerdo con detalle a que edad,
solo sé que me rescataron.
-
¡Si,
Tire fue rescatado por la guardia del palacio, cuando una manada de félidos
atacaron a sus padres! – Interrumpió Seii.
-
Es
cierto, en ese feroz ataque perdí a toda mi familia - dijo Tire, luego
prosiguió – Mis padres me traían hacia el palacio porque yo poseía una gran
capacidad para hacer dibujos – y agachó la cabeza mientras jugaba con sus
dedos.
-
¡Cuánto
lo siento! – dijo Seki mientras posó su mano sobre el hombro de Tire, en señal
de empatía.
Y por un
breve instante los tres jóvenes compartieron su nostalgia de estar lejos de sus
familias.
Capítulo VIII: Los
cristales.
Unos días después, en el
salón de los artilugios, el anciano Enor explicó a todos los pupilos sobre la
importancia de los cristales, el legado que habían dejado los hombres para este
nuevo mundo. Los cristales son artilugios muy útiles, pueden brindar luz de
forma inagotable, solo necesitan ser llevados a la luz mayor que gobierna el
día.
Existen cristales de
tamaños diversos, pero solo los más grandes emiten sonidos y destellos como si
fueran caminos que se iluminan y se apagan, como ramas que se dibujan dentro
del frío cristal.
Estas maravillas esconden
muchos secretos, que algún día revelará las maravillas que en algún tiempo
atrás sirvieron a los hombres de ese mundo maravilloso. Mientras Enor elogiaba
a los cristales, los jóvenes pupilos observaban maravillados estos hermosos
artilugios.
Capítulo IX: La guardia del palacio.
La guardia del palacio de
la sabiduría y del entendimiento son un grupo de guerreros especializados y
dedicados enteramente a la protección de todos los bienes que en ella se encuentran.
Están sujetos a la autoridad del consejo de ancianos sabios, y por muchos años,
desde los principios han servido fielmente en esta tarea.
Para ser un guardia del
palacio deben ser entrenados desde pequeños, y esa tarea debe ser transmitida
de padre a hijo, por lo que cualquier guerrero ajeno a este grupo no podrá ser
jamás un guardia del palacio, así protegen la integridad de este grupo de
guerreros.
Los guardias de palacio se
encuentran por todas partes, pero sobre todo están vigilando los salones del
palacio, el salón de los aposentos, el salón comedor, el salón de los
artilugios, el salón de los descifradores, de los artesanos, en fin, por todas
partes. Son muy celosos de los objetos y del conocimiento que ellos envuelven.
Capítulo X: Afinidad.
Tire, Seii y Seki se habían
hecho buenos amigos. Salía la luz mayor y luego se ocultaba, y así muchas
veces; había pasado tanto tiempo, y su interés era común. Ese interés consistía
en descifrar el secreto de los símbolos dibujados en los libros.
Para Seki era difícil
confiar en sus amigos, era importante mantener la calma, solo esperar un tiempo
más. El sabia que el símbolo “E” formaba parte de su nombre, y que también formaba
parte del grabado que halló en la profundidad de las cavernas, sabia que los símbolos
grabados “ULT” tiene un sonido como “UL”, y los grabados “HOM” suena como “OM”,
pero todo es confuso, porque la palabra “HOMBRE” podría escribirse así “HOME”,
pero falta algo, ya que su sonido seria “OM-E”. Mientras su cabeza daba vueltas
de tanto pensar, Seki sabía que solo no lo podría lograr, si tan solo el
durmiente de la caverna no hubiera dejado de existir, tal vez él le hubiera
podido enseñar el secreto de los símbolos.
Capítulo XI: El valiente
durmiente.
A la mañana siguiente, el
salón de los artilugios, estaban reunidos el joven Seki junto con otros
pupilos, ya dispuestos a las clases. después del primer alimento, y en medio de
ellos Enor, quien se dirigió a los jóvenes, con voz grave y pacienciosa, de la
siguiente manera:
-
El
día de hoy jóvenes pupilos, les voy a narrar, la historia del valiente
durmiente, quien dió su vida, para preservar el conocimiento de los hombres –
diciendo esto, el anciano develó un manto que protegía un objeto sobre una mesa.
-
¡Oh!
- Fue la expresión para los jóvenes, y mayor la sorpresa de Seki, quien no pudo
ocultar el asombro, ¡debajo de aquel manto se encontraba el durmiente! ¿Cómo es
posible?¿Que le pasó al durmiente?¿Por qué esta destruido? Todo fue como un
golpe repentino, Seki observaba el cuerpo desmembrado. De pronto muchas ideas
pasaron por su cabeza, pero tenia que mantener la calma, porque Enor seguía
hablando, y su distracción no le permitía oír lo que el anciano decía:
-
Este
palacio fue el refugio del ultimo hombre, y de los primeros pobladores de este
lugar quienes fueron amenazados por una enorme manada de félidos, eran muchos,
y el aguerrido durmiente, luchó contra estas fieras, y gracias a este gesto,
nuestros antepasados pudieron sobrevivir – dijo el anciano.
-
Entonces
¿Este es un hombre? – interrumpió uno de los pupilos.
-
No
joven – respondió – Vean lo maravillosos que fueron los hombres, fueron capaces
de dar vida a estos seres.
Detrás del grupo se
encontraba Isai, que era expectante del discurso del anciano, y no perdía de
vista a Seki.
Capítulo XII: El
descubrimiento.
Tire, Seii y Seki, seguían reuniéndose
para conversar cada vez que podían. Seki les narró sus experiencias en el salón
de los artilugios, les contó acerca del valiente durmiente, de su lucha, y lo asombroso
que era. Tiré se acordó que en algunos libros hay unos dibujos de unos seres
parecidos a los que el describía, con dibujos de otros artilugios y cristales.
Entonces Seki les hizo prometer que guarden un secreto que él les iba a
revelar, ellos prestaron atención a cada una de sus palabras:
-
Yo
he visto otro durmiente en unas cavernas ocultas, en la aldea de Zenn, de donde
provengo.
Los dos jóvenes se quedaron
callados por un momento, y luego vino una avalancha de preguntas, pero Seki los
interrumpió, pidiéndoles que guardaran silencio, y agregó:
-
El
durmiente que conocí, habló conmigo, acerca de muchas cosas, pero me advirtió,
que no se lo dijese a nadie, pero yo solo no podré descifrar sus advertencias
ni los símbolos de los libros.
Dicho esto, el grupo siguió su conversación a voz baja. En
los días sucesivos, siguieron charlando, elaboraron teorías del porque debería ser
un secreto. Por ultimo, los tres jóvenes
se propusieron investigar y estudiar a fondo para descubrir el misterio de las
cavernas.
FIN
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